Encontrar la Fábrica de Arte Cubano en La Habana es sencillo.

Un poco antes de que termine el Vedado y comience Playa, al pie del Puente de Hierro (calle 26 entre 11 y 13), se erige la antigua fábrica de aceite el “Cocinero”.

El espacio de la antigua fábrica estaba muy deteriorado; los ladrillos, el cemento y las cabillas oxidadas formaban parte del entorno. A la edificación solo le quedaba intacta una chimenea de gran altura, como símbolo de su antigua función.

Este sombrío espacio fue el que X Alfonso solicitó para establecer su proyecto cultural Fábrica de Arte Cubano. El Ministerio de Cultura de Cuba acogió la idea del prestigioso músico cubano, y se comenzaron las gestiones correspondientes y el proceso de remodelación del local.

La FAC finalmente se abrió al público 13 de febrero de 2014, gracias al trabajo conjunto de muchos artistas cubanos, de varias instituciones gubernamentales y del empeño de X Alfonso.

La Fábrica de Arte Cubano es ambiente y producción

El espacio mantuvo el ambiente enrarecido de la antigua construcción, en el más puro estilo rave. Los asientos son cajas de alimento; las mesas, pequeñas tablas; los cojines, sacos de tela rellenos con espuma de goma.

A la vez, grandes paredes de cristal permiten que se vea lo que ocurre de una nave a otra. Incluso, las escaleras están ocultas. En las paredes cuelgan luminarias propias de las industrias. Por la decoración, nadie dudaría jamás de que este lugar nunca ha dejado de ser una fábrica.

En la FAC no solo sobrevive el ambiente, sino que realmente se “fabrica” arte. Salas de conciertos, pistas de música electrónica, galerías de arte, un espacio para la proyección de audiovisuales, espacios al aire libre, performance y teatro coexisten y se alternan toda la noche.

Una fábrica liderada por jóvenes

El público es el dueño del lugar. Nadie te guía, nadie te enseña. Desde que uno accede a la FAC, todo el espacio es tuyo. Puedes acostarte en los asientos para ver las películas, bailar toda la noche en la disco, pasarte horas en las galerías o ir y venir de un espacio a otro para “sentir” todo a la vez. La decisión es de cada persona y tienes toda la noche, desde las ocho hasta las tres de la mañana, de jueves a domingo, para gozar la vida bohemia de la Habana.

La idea de X Alfonso se concretó a la perfección. La Fábrica de Arte Cubano es un edificio hecho para jóvenes, trabajado por jóvenes y visitado por jóvenes. Y por supuesto, son bienvenidas todas las personas que se sientan como tal. El espacio acoge con gusto a músicos, modistos, diseñadores, actores, narradores y a todo el que tenga la capacidad de “fabricar” una obra interesante.

Con sus cuatro naves interconectadas, la Fábrica de Arte Cubano es el lugar ideal para disfrutar de lo mejor del jazz, la música fusión, el rock, el pop, la trova, el teatro y la vida y pulso de la capital habanera.

Y para tropezarse en ella con los mejores artistas y músicos de la ciudad trabajando o solo relajándose, completamente accesibles a todo aquel que quiera acercárseles.