¿Alguien duda que la Habana es la capital más musical del mundo?
Digan lo que digan y con perdón de otras ciudades donde la música forma parte de su historia, desde su fundación nuestra urbe está ligada al desarrollo cultural de la isla.
Crisol de la cubanía con su mezcla heterogénea de español, africano, chino y mil culturas más, la Habana se las arregló para integrar elementos tan disímiles como la guitarra, el tambor, el piano o la corneta china en una música que trasciende las fronteras y ha asombrado y puesto a bailar al mundo entero.
Habaneros ilustres, músicos excepcionales
Que la Habana es madre de muchos músicos ilustres es un hecho innegable. Desde fecha tan lejana como el siglo XVIII habaneros como Esteban Salas y Castro supieron poner el nombre de Cuba en el panorama musical, al que siguieron grandes como Manuel Saumell o Ignacio Cervantes.
No obstante, la capital también fue maestra e inspiración para grandes músicos. En el siglo XIX el estadounidense Louis Moreau Gottschalk encontró inspiración y escuela en ella, de la que surgieron piezas donde se incorporaban los tambores africanos a orquestas más clásicas.
El afrocubanismo siguió siendo cultivado por habaneros como Amadeo Roldán, o Gonzalo Roig, director de la Escuela de Música de la Habana y compositor de la inmortal Cecilia Valdés. Mención aparte merece Claudio José Domingo Brindis de Salas y Garrido, apodado “el Paganini negro”, por su virtuosismo.
Pero quizás el ejemplo más convincente de la calidad musical del habanero sea Ernesto Lecuona, a la que se sumaron en años posteriores Leo Brouwer, Juan Blanco, Roberto Valera, Juan Piñera, José Maria Vitier y muchos otros más.
De lo culto a lo popular
Con una herencia semejante, podría pensarse que la música culta es el feudo de la Habana. Pero lo sorprendente es, sin embargo, como el diapasón de los ritmos que se tocan y se escuchan en la capital de todos los cubanos se mueve entre lo clásico y lo popular.
Al igual que muchos compositores del siglo XIX tomaban elementos populares para llevarlos a versión sinfónica, hoy en día muchos jóvenes músicos trasgreden patrones tomando elementos de lo clásico para enriquecer la música bailable.
Esto es una consecuencia natural de la excelente formación de los músicos en la Habana, los cuales cuentan con un sistema de educación musical exquisito, que los va preparando desde jóvenes en conservatorios hasta recibir estudios superiores en escuelas como el ISA (Instituto Superior de Artes) o la ENA (Escuela Nacional de Arte).
La Habana, respirar música
Aunque estas instituciones ofrecen cursos y matrículas para estudiantes extranjeros, en muchas ocasiones se dificulta el aprendizaje, ya sea por falta de tiempo, ya sea por la necesidad de guiarse por un plan de estudios que no siempre corresponde a las necesidades del alumno.
Por esta razón surge Havana Music School, una escuela de música diferente donde puedes familiarizarte con la música cubana de la mano de prestigiosos profesores y músicos habaneros, todo ello a tu aire y sin dejar de disfrutar de la posibilidad de respirar la musicalidad que caracteriza las calles de la Habana.
Si deseas aprender música cubana, las puertas de nuestra sede en la calle 28 en la barriada del Vedado están abiertas para ti, en lo que te garantizamos será una experiencia única.
0 Comments