El cantautor holguinero Óscar Sánchez es sin dudarlo una de las propuestas más interesante e innovadoras dentro de la Trova cubana de estos tiempos. Sus letras, cargadas de ironía y doble sentido, son una especie de látigo con cascabeles que, además de hacer reír, invitan a reflexionar en aspectos medulares de la realidad cubana.

Un trovador por propio mérito

Nacido en Holguín en 1986, Óscar Sánchez no recorrió los caminos de la música en su educación temprana, sino que se graduó de la Escuela de Instructores de Arte José Martí Pérez, en la especialidad de Artes Plásticas.

No obstante, eso no le impidió convertirse en un tresero y un guitarrista autodidacta para acompañar sus agudas canciones, en las que reconoce una fuerte influencia de William Vivanco, El Guayabero y el poeta Omar Pérez en sus letras, pero también del rock and roll.

Al final, la música se convirtió en su vocación y su calidad le hizo obtener la Beca de Creación Noel Nicola. Gracias a ella, se logró la grabación en un CD de un concierto en vivo en el espacio A Guitarra Limpia en el patio de Muralla 63, con el título de Abrir camino.

Entre otros galardones por su música, Óscar Sánchez obtuvo el Premio Nacional de Trova “El Árbol que Silva y Canta” y el Premio “Venga la esperanza” en el año 2007, de la Asociación Hermanos Saiz.

Su presencia es habitual en los eventos que tienen lugar en el país, como el Festival Internacional de Trova Pepe Sánchez en Santiago de Cuba; las Romerías de Mayo, en Holguín o el Encuentro Nacional de Jóvenes Trovadores Longina, en Santa Clara.

Aun así, Oscar Sánchez no se define precisamente como trovador. Según sus propias palabras, es un rockero que toca tres, marímbula y guitarra para hacer algo que define a medio camino entre canción de autor y punk folclórico. Como tal, sus letras son ácidas, agresivas, líricas y poéticas: es todo una cuestión de actitud en el escenario

Oscar Sánchez y Unknown artist

Luego de trasladarse a la Habana, Oscar Sánchez se ha presentado en la peña de Inti Santana, la de Ray Fernández en el Diablo Tun tun, y la de Silvio Alejandro en el Pabellón Cuba.

Su disco independiente Unknown artist del 2015 fue grabado por Tancelab, y consta de doce canciones que muestran su peculiar estilo y su estética con marcado contenido social.

Entre ellas destacan viejas conocidas por los seguidores de Oscar, como “Pepe Mandarria”, “Canción del cacafuaca”, “La amenaza de la NASA”, “El pega pega” y “Balada del junkie”, entre otras. Pero un detalle peculiar de este disco es que se intercalan poemas de Omar Pérez, Evelio Francia y Andrés Pérez entre las canciones.

Al año siguiente, el autor lanza Ojos que te vieron GO, NEVER te verán COMEBACK (2016), donde además de canciones propias incluye temas de otros cultores del género, como Pedro Luis Ferrer o Homero y Virgilio Expósito. En este participan además Marbis Manzanet, clarinetista, y directora de Contratiempo.

Aun así, Óscar Sánchez continúa apostando por su proyección escénica peculiar, llena de teatralidad, como estrategia comunicativa para ganar la atención del público… sin perder de vista su trabajo como joyero artesano, que le mantiene en contacto con las artes plásticas.

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