Para hablar de Esteban Salas hay que situarse entre los años 1600 al 1750, cuando se desarrolló un tipo de música que se conoce como Barroca.
Coincidiendo su inicio con la ópera Orfeo de Monteverdi y su final con la muerte del gran compositor Johann Sebastian Bach, la música Barroco solo se nombra así para ubicarla dentro de ese espacio cronológico pues nada tiene que ver con ese estilo arquitectónico sobrecargado y lleno de ornamentos.
La necesidad de seguir al texto a través de una sola voz con acompañamientos que no la opaquen, la aparición de la tonalidad y la utilización del bajo continuo como base armónica son algunas de sus principales características. Esas estructuras bien definidas en grupos de notas combinadas entre ellas dio lugar a la creación de nuevas formas musicales como el rondó, la sonata, la suite, el concerto grosso, las variaciones, el preludio, la fuga y el concierto.
La música barroca rompe con la unidad de estilo musical en Europa en esa fecha. Además que surge en medio de un período de transición de la Edad Media donde se estaban llevando acabo la Reforma luterana y la Contrarreforma católica, momento que se aprovecha para que esta música sea utilizada como un medio de propaganda por parte de la iglesia y la nobleza.
En Cuba el máximo exponente fue Esteban Salas. Según se tiene registrado, Esteban Salas posee la dicha de tener bajo su nombre la nombrada «música culta» con texto en castellano.
Entre ellas cuentan sus villancicos, cantadas y pastorelas. Se tienen inventariadas sus 7 misas, 17 salves y motetes, salmos, himnos y autos sacramentales, y una veintena de villancicos.
Aunque habanero por nacimiento, el 25 de diciembre de 1725, radicó la mayor parte de su vida en la ciudad de Santiago de Cuba. Ahí llegó en 1764 al ser nombrado por el obispo Francisco Agustín Morell de Santa Cruz maestro interino de la Capilla de Música de la Catedral y durante 39 años compuso música, fundamentalmente religiosa.
De ahí que la mayor parte de sus composiciones tengan como lugar de surgimiento a esa ciudad. Muere en ese sitio el 14 de julio de 1803.
Su obra fue redescubierta por Alejo Carpentier y a finales del siglo XX comenzó a ser estudiada por varios musicologos cubanos, además de recogerse en grabaciones, una forma esta de conservarse y estudiarse.
Con el motivo de honrar su figura y su legado, el 4 de mayo de 1959, se funda el Conservatorio Esteban Salas en Santiago de Cuba. A su vez, como una forma de continuar su estudio, que tan perdida se encuentra por parte la falta de representantes.
A decir de Teresa Paz, directora de Ars Longa (Conjunto de Música Antigua más prestigioso en Cuba): “En Cuba no hay una tradición de música antigua; en las escuelas se enseñan obras de este tipo, se estudian, pero hay muy pocos especialistas que se dedican a su difusión”. Un llamado, también, a su estudio.
De igual forma cada año La Habana es sede del Festival Internacional de Música Antigua Esteban Salas. Entre sus principales objetivos están la necesidad de rescatar y difundir esta manifestación de la música antigua, su historia y sus intérpretes, así como el de rendir homenaje a sus más prestigiosos representantes en el mundo.
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