El son montuno nació en la zona de Santiago de Cuba. Se constituyó por una mezcla, en perfecta armonía, de las raíces sonoras africanas con la métrica y el estilo de versificación de procedencia española. Aunque presenta una base rítmica parecida al son, no poseen un origen común.
Este ritmo es producto del mismo fenómeno de transculturación que han sufrido otros géneros de la música tradicional cubana por la hibridación de culturas.
Incertidumbres del origen del son montuno
Según cuenta el propio Fuentes Matons, él solo es un compilador de los versos y las autoras fueron las hermanas Micaela y Teodora Ginés, quienes escribieron la letra en Santiago de Cuba alrededor del año 1560.
Pero esta historia no tiene pruebas suficientes, y puede ser el resultado de la modestia del autor.El son montuno más antiguo que se recogen es el de la Ma´Teodora, de 1893. Muchos autores aseguran que el autor real es Fuentes Matons, en un intento de validar las raíces musicales de la Isla.
Lo cierto es que la expansión de este ritmo a partir del siglo XVIII en Cuba fue muy rápida. Además, debido a la migración de caribeños hacia Cuba, fue cada vez más frecuente la mezcla con sonoridades provenientes de Haití, Santo Domingo y Puerto Rico.
Evolución y popularidad del son montuno en el siglo XX
A partir del siglo XIX, la migración de Oriente a Occidente fue significativa. Esta se debió a las guerras de independencia que se habían gestado en la zona Oriental de la Isla. Esta migración trajo como consecuencia que el ritmo también se expandiera y se mezclara con los ritmos que ya existían en Occidente.
En las provincias occidentales, principalmente en La Habana y Matanzas, existía la concepción de una banda compuesta por seis o siete miembros, lo que favoreció al nuevo género. Arsenio Rodríguez (1911-1970), conocido como “el ciego maravilloso”, fue uno de los grandes músicos que puso en alto esta sonoridad.
Entre sus obras más populares están “Papa upa”, “Mami, me gustó”, “La vida es sueño”, “La yuca de Catalina”, entre otras muchas.
Las letras se caracterizan por la jocosidad picaresca, la sencillez del mensaje, los estribillos fáciles de memorizar y el intercambio con el público en interpretaciones ocasionales. La orquesta, por otra parte, sí desempeña complejas improvisaciones y virtuosas combinaciones musicales. Arsenio Rodríguez popularizó en el ritmo en todo el mundo, abriéndole un espacio a la música tradicional cubana en la década de los 50.
Legado del Son montuno
El legado de este ritmo cubano está presente en géneros como la salsa latina, el mambo, el jazz latino, la timba y el chachachá. Algunos destacados músicos mantuvieron su base rítmica e incorporaon sus propias creaciones melódicas.
Entre estos están: Benny Moré, Pío Leyva, Roberto Faz, entre otros muchos.
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