Cuentan que ya en las décadas iniciales del siglo XX se escuchaban los ritmos de la rumba en Camagüey. A las llamadas rumbas de la calle o de comparsa le acompañaban le guaguancó, el yambú y la columbia, variantes del género original.
Esa tradición, que más bien se expresaba en los barrios, en las fiestas populares y los bailes, hizo posible que en los años 90 del siglo pasado naciera una agrupación de música folklórica como Rumbatá.
Primeros pasos
En el año 1996 el camagüeyano Wilmer Joel Ferrer decidió crear una agrupación musical dedicada a cultivar la rumba, Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la UNESCO desde 2006, y explorar su fusión con otras sonoridades.
Así surge Rumbatá (rumba y batá), que desde su nombre sugiere que lo que se va a escuchar va más allá del tratamiento conservador del género para adentrarse en la búsqueda de otras experimentaciones melódicas y rítmicas.
Es de esta manera que el sonido tradicional se abrazó a otros aparentemente distantes como la timba, la trova, la salsa, el rap, el latin jazz y el mozambique. El resultado es de excelencia, con maravillosos arreglos vocales combinados con gran maestría con la difícil clave de la rumba.
Con un lenguaje popular, sin deslizarse ni un poco a la vulgaridad, las letras de las canciones incluyen frases populares del momento para ilustrar las situaciones que describe y hacerse entender en todo el público cubano. Con una música de un nivel tan refinado de trabajo melódico llegan al oído de los bailadores que no pueden resistirse a “tirar su pasillo”.
Tradición y nuevos aires
Cuando su fundador concibió a Rumbatá, tuvo siempre en mente darle un carácter de orquesta. Para ello empleó no sólo un buen número de instrumentos sino que buscó resaltar sus funciones tímbricas. Es así que el conjunto posee tumbadoras, tambores batá, tambores iyá, cajones de doble sonoridad, chequerés, clave, campana, cajón de quinto y otros: toda una gran orquesta de percusiones. Esto tiene como resultado que se produzca una música expresiva, variada en timbres y de gran fuerza rítmica.
Se dice que el fallecido musicólogo Helio Orovio, gran estudioso de la música cubana y en especial de la afrocubana, al escuchar los primeros temas de Rumbatá dijo que la agrupación estaba haciendo “la rumba del siglo”. En homenaje a esta frase y a su autor el segundo disco de este grupo se llamó así.
Y es que, la rumba que ellos realizan no tiene precedentes porque otorga nuevos aires a un género tradicional sin desvirtuar el concepto original.
Álbumes y premios
Rumbatá ha sido invitado a participar en discos de otros artistas. Es el caso de Son de Altura del maestro Adalberto Álvarez, que obtuvo una nominación a los Grammy en 2011. También colaboraron en la producción Disco de Latin Jazz de Manolito Simonet.
Por su parte, el conjunto tiene en su haber 3 producciones discográficas propias:
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Rumbatá (2008)
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La Rumba del Siglo (2011) Nominado al Premio Cubadisco en la categoría de Música Folclórica.
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Gracias a la rumba. (2018) Premio Tradición Afrocubana. Cubadisco 2018
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