La extensa tradición musical cubana y la calidad de sus artistas traen consigo que los artistas actuales, como X Alfonso, sientan a sus antecesores como una gran familia.
De esta familia “musical” los virtuosos más jóvenes toman lo que se necesitan, pero sin olvidarse nunca de agregarle un sello, un tono propio. Algunos, sin embargo, son más afortunados: no solo cuentan con esa gran cultura artística, común a todos los cubanos, sino también con una herencia propia y particular, que enriquece su formación y le sirve de guía.
Nacido en La Habana en 1972, X Alfonso, hijo de los líderes del grupo Síntesis que combinan el rock sinfónico con las raíces afro, perteneció desde siempre a un mundo de fusión. Durante sus primeros años profesionales tocó y compuso para el grupo familiar pero poco tiempo después se independizó y trazó su propia carrera.
Interesado no solo en la música sino en el arte en su sentido más amplio, ha compuesto la música de grupos de danza y películas. Desde 2010 es Embajador de Buena Voluntad de UNICEF.
X Alfonso, mucho más que un músico
X Alfonso comenzó sus estudios en la Escuela Elemental de Música Manuel Saumell, y en 1990, después de graduarse de la Escuela Nacional de Arte, se unió al grupo Síntesis.
Allí realizó varias giras nacionales y visitó países como Holanda, Venezuela y Francia. Al mismo tiempo, participó en diferentes proyectos con reconocidos artistas como Santiago Feliú, Amaury Pérez, Carlos Varela y Mi Shell Nge O´Cello. Además, fungió de tecladista de la banda Estado de Ánimo, dirigida por Roberto Carcassés y de la que también eran integrantes Descemer Bueno y Elmer Ferrer.
En 1992 creó junto con Iván Latour y Osamu Menéndez, el grupo Rock Havana, con el que participó en varias emisiones del festival Jazz Plaza. Pero no fue hasta 1999 cuando X Alfonso grabó su primer disco en solitario, Mundo Real, en el que compuso todos las canciones. Este cd se convertiría en la expresión condensada para describir el sonido de X y lo nominaría a los premios Grammy Latino en 2001.
X Alfonso entiende el arte como un todo, así que no se lo piensa dos veces a la hora de incursionar en otras zonas de la cultura. Es por eso que ha compuesto para compañías de danza cubanas y españolas como Danza Abierta, Danza Combinatoria y Transit, y también para el cine, como en el filme María Antonia de Sergio Giral, que obtuvo el Premio Coral a la mejor banda sonora en el Festival de Cine Latinoamericano de La Habana en 1990, y Habana Blues, que ganó un Premio Goya a la mejor banda sonora.
Muchos han sido los galardones con los que se ha reconocido la calidad de este artista. Entre ellos pueden citarse el Premio Latino Revelación, otorgado por la Academia de Música de España, por haber ayudado al acercamiento de los ritmos tradicionales cubanos al siglo XXI y el Gran Premio en el Cubadisco 2005, por Civilización.
Desde hace más de tres años, X Alfonso es el líder del proyecto de la Fábrica de Arte Cubano (FAC). Actualmente este lugar es considerado uno de los centros imprescindibles de la noche musical habanera.
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