Pío Leyva, conocido como el montunero de Cuba, es un cantante y compositor considerado una leyenda de la canción popular.
Cantante de gran soltura y un genio de la improvisación, es autor de la famosa guaracha El mentiroso. Ha actuado junto a artistas de gloria como Bebo Valdés, Benny Moré y Compay Segundo.
Hijo ilustre de Morón
Wilfredo Leyva Pascual nace el 5 de mayo de 1917 en Morón, en la provincia cubana de Camagüey (actual Ciego de Ávila). De familia humilde, este pequeño inquieto, risueño y conversador, demuestra pronto sus dotes para la música y la improvisación.
La juventud de Pío no pasa sin que actúe en la emisora de radio CMJX de Morón, formando dúos y tríos de voces y guitarras con Ñico Morgado, Miguel Ángel Piña y Enrique Blazo. Toca el bongó y las maracas en la orquesta Siboney. Tras cantar en otros tríos y agrupaciones musicales, debuta como cantante profesional en el Sexteto Caribe, del maestro Juanito Bles. Más tarde se une a la orquesta de los Hermanos Licea, en la ciudad de Camagüey.
La fama del montunero
Durante los’50, llega a La Habana para brillar junto con prestigiosas agrupaciones de la época, como las orquestas de los Hermanos Martín, Mariano Mercerón, Esteban Antúnez y Mario Ruiz Armengol. Su versión de la pieza El cangrejo no tiene ná, lo lanza a la fama como una estrella del son.
En 1956, graba dos discos de prueba la RCA Víctor, con la reconocida jazz band Sabor de Cuba, del pianista y arreglista Bebo Valdés. Algunos temas registrados en esta época son sus famosos Chapaleando y Sin caña y sin platanal. Además, graba el LP Soy de Jaronú con la orquesta de Mariano Mercerón.
Agrupaciones como el grupo de Compay Segundo y las orquestas Novedades, Cosmopolita y Monumental, lo invitan a participar en sus grabaciones. Los títulos Yo bailo con ella, Ritmos de Cuba, Chachachá, Mis tres mujeres y Pío mentiroso, refuerzan sus primeros éxitos discográficos. Conocido ya como “el montunero de Cuba”, Pío Leyva brilla en géneros como la guaracha, la rumba, el mambo, el bolero, el merengue y el son.
Nadie podrá olvidar grandes éxitos como El bombón de Elena, Domitila, El cangrejal, Cuidado con los callos, Anabacoa, Llegaron las golondrinas, Sibanicú y La alegría del montuno. El propio Benny Moré convierte en éxitos las canciones Mulata y Francisco Guayabal.
La vuelta al mundo en montuno
A principios de los ’70, graba El canto a La Habana y El yerbero moderno con Bebo Valdés. Entre los ’80 y los ’90, es miembro de Compay Segundo y Sus Muchachos, conjunto con el que incluso llega a presentarse en escenarios tan destacados como el Olympia, en París. En 1995 comparte escenario con músicos de la talla de Puntillita, Rubén González e Ibrahim Ferrer en el grupo Afro Cuban All Stars.
También tiene la oportunidad de ser miembro del proyecto Buena Vista Social Club, junto con Eliades Ochoa, Manuel «Guajiro» Mirabal, Omara Portuondo y Barbarito Torres, entre otros artistas de renombre. El Buena Vista Social Club se presenta con éxito en prestigiosos escenarios internacionales como el Luna Park (Buenos Aires), el Carnegie Hall (Nueva York), el Court Central del Estadio Nacional (Santiago de Chile) o el Teatro Lé Carré (Ámsterdam). Los filmes Buena Vista Social Club (1999) y Música cubana (2004) han contado con su participación.
Con una larga trayectoria, esta gran estrella de la música cubana muere en La Habana, el 23 de marzo de 2006.
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