Arturo Sandoval y la magia de su trompeta

Aug 21, 2020

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Cuando de música cubana se habla es imposible no mencionar a Arturo Sandoval.

Pero si hablamos de jazz, entonces su nombre no solo es reconocido por el público de su país, sino también por el de las más diversas naciones.

De una técnica y una maestría absoluta, Sandoval ha cosechado éxitos en todo el mundo y ha inspirado los más bellos elogios de importantes críticos e historiadores del jazz como Dave Gelly y Joachim E. Berendt.

Aunque desde la década de los 90 ha decidido distanciarse de las producciones artísticas de la Isla, no cabe duda de que Arturo Sandoval es uno de los músicos más notables que, desde la segunda mitad del siglo XX, ha dado Cuba.

Todo empezó en Artemisa

Arturo Sandoval nació en la occidental provincia de Artemisa, Cuba, un 6 de noviembre de 1949. Su amor por la música y su talento no se hicieron esperar y ya a los 11 años, el niño sabía tocar la trompeta.

En 1964, cuando ya contaba con 14 años, fue admitido en la Escuela Nacional de Arte (ENA), en La Habana. Tres años más tarde, formó parte de la Orquesta Cubana de Música Moderna. Sin embargo, el servicio militar pone una pausa a la carrera artística de Sandoval, quien debió pasar tres años en el ejército.

Sus propios pasos

Después de cumplir con el servicio militar, decide dejar la Orquesta Cubana de Música Moderna y comenzar a crearse su propio espacio en la escena musical cubana del momento. Así, integra una banda mucho más pequeña fundada por Chucho Valdés, pero que a la postre le ha caracterizado a lo largo de toda su carrera: Irakere.

La agrupación, abierta a disímiles posibilidades musicales, no se conformó con apegarse a un solo género, sino que trabajó con el jazz típicamente afrocubano y el pop. Así, la banda tuvo un sello realmente único: autóctono, pero a la vez universal.

Irakere hizo largas y exitosas giras por todo el mundo, incluyendo los Estados Unidos. En el país norteño tocó en el Carnegie Hall y en el prestigioso festival de Newport.

Un encuentro que cambió su vida

En 1977, Dizzie Gillespie visitó La Habana. Esta estrella del jazz norteamericano era el ídolo de Sandoval, y ambos cultivaron una amistad que dio importantes impulsos a la carrera del cubano.

En 1981, Sandoval decide dejar atrás Irakere y trabajar en solitario. Las exitosas giras, seguidas de importantes grabaciones continuaron en ascenso. Sin embargo, las diferencias con el gobierno empezaron a ser significativas y en 1990, en plena gira por Europa, pidió asilo en la embajada estadounidense en Roma. Desde entonces vive en Miami con su familia.

Sin duda alguna y a pesar de las múltiples capacidades musicales de Arturo Sandoval, que es también un destacado pianista, ha sido su talento a la hora de tocar la trompeta lo que lo ha catapultado a la fama. El músico ha grabado más de 40 discos, ha recibido 9 premios Grammy y ha sido nominado 17 veces, ganando también 6 premios Billboard y un premio Emmy.

Arturo Sandoval es un exponte de lo mejor de nuestra música. Obras como Los elefantes o Blues en dos partes lo han hecho merecedor de un puesto en lo más alto del pentagrama cubano. Y ¿quién puede olvidar su inolvidable trabajo en la ya clásica Vampiros en La Habana?


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