El movimiento de la Nueva Trova, iniciado por Silvio Rodríguez, Pablo Milanés y Noel Nicola, estremeció el escenario musical cubano. Posterior a su éxito, un nuevo grupo de jóvenes trovadores surgió de las semillas regadas por la Nueva Trova.
Una ellas fructificó en un trovador vestido de negro, que cautivó con sus letras a varias generaciones de cubanos: su nombre es Carlos Varela.
Nacido en la musical ciudad de La Habana en 1963, Carlos Varela comenzó a componer canciones con solo 15 años. Es parte de una generación de trovadores que incluye a Frank Delgado, Gerardo Alfonso y Santiago Feliú.
Con un estilo muy personal logró su propio círculo de admiradores, primero en la capital de la isla, luego en todo el país, y no se detuvo hasta trascender las fronteras cubanas.
Carlos Varela: de La Habana para el mundo
Sin tener la magnífica voz de Pablo o la calidad instrumental de Silvio y Noel Nicola, Carlos Varela se convirtió en uno de los preferidos de la juventud cubana partir de mediados de los 80.
Su éxito se basó en los temas de sus letras, que estaban más cerca de la crónica urbana; y su sonido, que estuvo más influenciado por el sonido del rock que el de la música tradicional cubana. En 1989 publicó su primer disco: Jalisco Park.
Este contiene temas antológicos de su repertorio como “Jalisco Park” y “Guillermo Tell”. Con letras irreverentes, sus canciones muestran los sentimientos de rebeldía de la juventud, así como sus frustraciones. Los difíciles 90 no hacen mella en la carrera de Varela, sino que la llevan un escalón más alto.
En los inicios de la década se une a Pablo y Silvio en varias giras a lo largo del archipiélago. También aparece su segunda producción discográfica: Monedas al Aire. Aquí comienza el reconocimiento internacional de la obra de Varela: el español Miguel Bosé versiona la canción “Muro”.
En 1995 graba el que es reconocido como su mejor disco: Como los Peces. La política, las frustraciones de los jóvenes cubanos de los 90, la lejanía familiar y La Habana son temas que aparecen en sus canciones. Este disco es una obra maestra de la nueva trova y del rock cubano.
Al mismo tiempo del éxito de Como los Peces, Carlos Varela realiza una gira con la una de las leyendas de la canción hispánica: Joaquín Sabina. Para despedir el siglo publica el disco Nubes, hasta ahora su única producción completamente acústica. Aquí se incluye la que es, probablemente, su canción más conocida a nivel internacional: “Una Palabra”.
En el 2005 el cineasta Alejandro González Iñárritu la escogió para la banda sonora de su corto “The Hire-Powder Keg”. No pasó un año y el director Tony Scott la seleccionó para los créditos de su celebrado filme “Man on Fire”.
Sin duda, Varela es una figura imprescindible en la música habanera y cubana.
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