El cajón tiene su origen como instrumento popular en el Perú del siglo XIX, aunque podría datar de un tiempo antes. Su utilización en la música caribeña de origen africana lo ha popularizado internacionalmente, así como su acompañamiento con guitarra tan típico del nuevo flamenco.
El origen del cajón data de la época de los esclavos africanos llevados a Perú. Debido a la prohibición que existía respecto a las tumbadoras africanas, los esclavos se vieron en la necesidad de buscar una forma otra de cantar a sus dioses y expresarse. De esta forma, los cajones usados en la transportación de alimentos y mercancías en general se convirtieron en los primeros de estos conocidos instrumentos.
Virtuosismo de algo improvisando
El cajón, confeccionado con madera, tiene una altura media de 47 centímetros. Para tocarlo es necesario sentarse sobre él, posicionándolo entre las piernas, elemento que lo hace único dentro de los instrumentos de percusión. Aunque en un principio eran solo de madera, no es difícil encontrarlos hoy en día con ligeras variaciones entre las que se incluyen pequeños metales o cuerdas en su interior para cambiar su tono y ganar resonancia en los ritmos que se tocan.
La popularidad que alcanzó en cajón a nivel internacional lo llevó a ser elemento clave en muchas ejecuciones flamencas, por lo que es conocido en muchos lugares como cajón flamenco. Esta denominación debe su origen, además, a los cambios experimentados por el instrumento en su adaptación al flamenco, tales como las cuerdas metálicas introducidas en su interior. A pesar de esta denominación no debe confundirse el origen del cajón, sin dudas peruano y no ibérico como podría llegar a pensarse.
Iberoamérica y el cajón
De forma muy similar, este sencillo instrumento fue también utilizado en México para el son jorocho, fundamentalmente en la zona de Oaxaca y Guerrero. A diferencia del peruano, el cajón de tapeo o cajón mexicano se toca sentado delante de él en una silla, no sentado sobre él.
Otra música que lo adoptó como suyo fue el flamenco en 1977, de la mano del genial guitarrista Paco de Lucía. Más de 40 años más tarde, ha evolucionado y arraigado con tanta fuerza que se ha convertido en sinónimo del flamenco, y muchos piensan que siempre estuvo presente en esa música.
El cajón en nuestra música
El cajón tiene un lugar especial dentro de la música cubana. El cajón forma parte de la rumba cubana, de la cultura musical de la isla. Está presente en muchas de las agrupaciones de música popular de Cuba y se utiliza tanto en las congas improvisadas en las calles de la isla como en grandes conciertos.
Los sonidos típicos del cajón pueden ser alterados al tocarlos con diferentes elementos, además de las manos, como las escobillas de metal y las baquetas de madera, como hizo Ruy Adrián López-Nussa, uno de los talentosos jóvenes músicos cubanos con mayor reconocimiento a nivel internacional en estos momentos.
No es de extrañar ver un cajón en cualquier orquesta cubana en la actualidad. Ya sea en su variante flamenca como en su forma más simple, este instrumento se ha ganado la admiración de los percusionistas de todo el mundo por su versatilidad y sonoridad.
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