El coro, conocido también como coral o agrupación vocal, es el conjunto de las personas que, en una función musical, cantan simultáneamente una misma pieza. El coro interpreta una pieza de manera coordinada y lo habitual es que esté formado por distintos tipos de voces: soprano, mezzosoprano, contralto, contratenor, tenor, barítono y bajo.
Cantar en un coro exige una serie de destrezas, las cuales son posibles de adquirir si se poseen aptitudes musicales básicas. En primer lugar se encuentra la necesidad de cantar en forma coordinada con un grupo de personas; esto resulta especialmente difícil cuando las obras presentan irregularidades rítmicas o armonías muy complejas.
Además del plano meramente musical, por lo general los coros abordan piezas en varias lenguas, entre las que se encuentra el latín, por lo cual se vuelve necesario aprender el significado y la fonética de muchos términos, buscando comprender la intención del autor, para ofrecer una buena interpretación. El rol del director es quizás el más difícil ya que se trata de la persona encargada de guiar a todos los coristas en el duro proceso de aprendizaje de las obras.
Como la lógica nos indica, el coro no es un fenómeno contemporáneo, todo lo contrario, es antiquísimo. En la Grecia antigua eran formaciones de hombres, mujeres o de hombres y niños. Cantaban solamente música monódica, fundamentalmente en el teatro. Los coros eran utilizados para adorar a sus dioses. El coro fue cobrando auge cada vez más, gracias en parte a la tradición y el engranaje de voces que le dan un matiz único y clásico.
En Cuba el coro es protagonista cada año en el Festival Internacional de Coros que se celebra en la ciudad de Santiago de Cuba. El primero ocurrió en el año 1961, fundado por el Maestro Electo Silva, decano de los directores corales de Cuba, y contó con la participación del Coro Nacional, el Orfeón Santiago y el Coro de Camagüey, dirigidos por Serafín Pro, Electo Silva y Guillermo Cortina respectivamente; también, dos coros de niños: uno del Conservatorio Esteban Salas de Santiago de Cuba, y el otro de la Biblioteca Nacional José Martí. Fueron invitados, además, el coro de la Segunda Iglesia Bautista, y el de trabajadores de la empresa de Ron Bacardí.
Pero, ¿por qué se celebra en Santiago de Cuba y no La Habana que es la capital del país? Resulta que en el siglo XVIII esta ciudad era el centro coral más importante del país. Con Esteban Salas como figura cimera se generó todo un movimiento coral de gran regocijo popular.
En los siglos que le continuaron, las agrupaciones corales interpretaban en teatros, con mucho éxito, coros de óperas y zarzuelas. Es en Santiago de Cuba también donde nace en 1960 el Orfeón Santiago, donde se convoca el Primer Concurso Villancicos «Esteban Salas» y también donde se hace la primera edición de música coral y talleres de Canto y Composición Coral que reúnen a los mejores directores del país.
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