En la década de los años 20 del pasado siglo, emergía un movimiento dentro de la música cubana donde se perdían las fronteras entre la trova tradicional y el contagioso son oriental. Mezcla del lirismo trovadoresco con la armonía de los ritmos bailables, esta llamada trova intermedia tuvo en María Teresa Vera, Miguel Matamoros y Ñico Saquito a sus más grandes promotores e intérpretes.
Así se incorporan los tríos y los cuartetos a la escena musical, creándose también subgéneros como el bolero son, la guaracha y el son más moderno. Y uno de los tríos más destacados en esta corriente, especialmente en la guaracha, lo fueron Las Hermanas Márquez.
No eran exactamente tres…
En honor a la verdad, no eran solo tres hermanas, y el trío en ocasiones fue cuarteto. Su popularidad cobró auge entre los años 40 al 60 del siglo XX, llegando a ser una de las agrupaciones favoritas no solo de la Isla, sino del continente americano.
El padre de estas divas, Alberto Márquez Gómez, fue un relevante músico y maestro, que fundó en la Villa de Puerto Padre la Banda Municipal en 1914. Prolífico también en la vida, Alberto tuvo catorce hijos, once de ellos mujeres. Seis de ellas llegarían a integrar Las Hermanas Márquez, que a su vez se desdoblaba en dos tríos.
Las Hermanas Márquez debutaron en 1931 en su ciudad natal, siendo el primer trío femenino de que se tiene constancia en Cuba y toda Latinoamérica. Se presentan al año siguiente en Santiago de Cuba, con gran éxito de público y crítica.
El grupo estaba compuesto por Zaida (voz), Alba (voz), Esther (guitarra), Albertina (claves), Caridad (maracas) y Nersa (voz). Estas tres últimas son las que más tarde se consagran finalmente y pasan a la historia como Las Hermanas Márquez.
La escuela de Santiago y el ascenso
Es en esta ciudad donde las seis hermanas se asientan hasta finales de los años 30, período en el cual interactúan con lo que más vale y brilla en el panorama cultural del Oriente cubano.
En 1937 audicionan en la capital para varias emisoras y teatros, presentándose en el Martí y en el América, y las estaciones RHC, CMQ y Radio Lavín. En este período Las Hermanas Márquez compartan escenario con Esther Borja, Miguelito Valdés, Bola de Nieve, Orlando de la Rosa y Rita Montaner, entre otras figuras relevantes de la época.
Graban con la RCA Victor en 1941, haciendo gira luego por Puerto Rico, Haití, Panamá y México, a donde regresan en 1946 a volver a grabar y participar en la película mexicana Pervertida. En 1947 fueron aclamadas por la crítica como la mejor agrupación vocal de Cuba.
A esto siguieron unos años 40 y 50 llenos de giras, lauros, discos y apariciones en la pantalla grande que lanzaron a Las Hermanas Márquez al estrellato. Por cuestiones económicas, ellas deciden asentarse en los EEUU a finales de los años 50.
Últimos años
En 1965, luego de una pausa en sus carreras, Las Hermanas Márquez sacan a la luz su LP Las Hermanas Márquez vuelven, promesa que deben romper durante los años venideros por la enfermedad y muerte de sus padres.
No es hasta 1990 que Albertina y Nerza vuelven a escena, y graban en el 2002 el CD Rumor con Paquito D´Rivera. Graban luego Mi Tierra y participan en el proyecto Buena Vista Social Club.
Luego tan larga pausa, Las Hermanas Márquez obtienen en el año 2010 el Premio de la Excelencia del Grammy Latino.
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