Juan Leovigildo Brouwer, más popularmente conocido como Leo Brouwer, nació en La Habana, el 1 de marzo de 1939.
Por derecho bien ganado, es uno de los más importantes guitarristas, compositores y directores de orquesta de Cuba. Su obra está influenciada por grandes maestros de la música como Bach, Stravinsky y Bartok; pero conserva las raíces de la música tradicional cubana, tanto campesinas como africanas.
Por sus aportes a la música iberoamericana posee el Premio Tomás Luis de Victoria entregado en el 2010. Además, le fue otorgado, en el 2009, el Premio Nacional de Cine, por su contribución a la industria cinematográfica cubana.
La guitarra como carrera profesional
Aprendió de manera autodidacta a tocar la guitarra y siendo todavía un adolescente fue discípulo de Isaac Nicola, uno de los prominentes guitarristas que ha dado la Isla.
En su juventud viajó a Norteamérica para continuar sus estudios, donde fue alumno de la Juilliard School of Music, de Nueva York. Allí tuvo como profesores a Vincent Persichetti, Hermann Scherchen y Leonard Bernstein, de los cuales aprendió que la música es entrega absoluta y pasión. Su debut profesional fue el 22 de julio de 1955, en el Lyceum Lawn and Tennis Club, y a partir de aquí nunca dejó la guitarra.
Con el Triunfo de la Revolución Cubana, el 1ro de enero de 1959, se incorporó al proceso de la Isla. Se integró al claustro de profesores del conservatorio Amadeo Roldán en 1961 hasta 1963. Pero después no dejó de educar. En 1969 fundó el Grupo de Experimentación Sonora del ICAIC, y por sus manos pasaron los más prestigiosos intérpretes de la Nueva Trova cubana.
Gran parte de su carrera profesional la ha destinado a la preparación de jóvenes músicos. Por la dedicación y el amor que ha entregado en esta actividad ha merecido el reconocimiento de un sinnúmero de artistas. Entre ellos Silvio Rodríguez, quien afirma que Leo Brouwer posee las dos características más importantes en un intelectual: saber aprender y saber transmitir.
Leo Brouwer y las otras artes
Este músico cubano incursionó en otras ramas de las artes como el cine, el teatro y las artes plásticas. Leo Brouwer considera que la plástica y la música son actividades que se complementan.
“Si se escucha una pieza de Bach, mientras se observa un cuadro de Klee, se puede alcanzar la felicidad verdadera”.
dijo el músico una vez. Por lo que durante un tiempo de su vida, se dedicó a las artes plásticas.
En el ámbito del cine compuso la banda sonora para innumerables películas. Entre ellas destacan “La muerte de un burócrata”, “Papeles son papeles”, “Memorias del subdesarrollo”, “Lucía”, “La primera carga al machete”, “Una pelea cubana contra los demonios”, “El hombre de Maisinicú”, “El otro Francisco”, “La última cena”, “Cecilia”, entre otras muchas.
En el teatro, se unió al grupo “Los Juglares” que dirigía Carlos Suárez Radillo y realizó la música para algunas de sus puestas, en el año 1957. Hacia 1963, se integró al equipo del Teatro Musical de La Habana, realizando labores como asesor y compositor musical.
Actualmente, organiza y dirige festivales de música de cámara que convoca a cientos de intérpretes extranjeros y cubanos. El objetivo de estos encuentros es, en sus propias palabras, “crear un espacio para la música inteligente”.
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