Mauricio Figueiral es introvertido y reservado pero sincero, comprometido, persistente, exitoso y natural. Sus composiciones hablan de sentimientos y vivencias, con una exuberante lírica y sensibilidad poco común. Es así como lo catalogan sus amigos y la crítica especializada, y no se alejan de la realidad.
Según él mismo narra, nació el 16 de julio de 1984 en La Habana y sus primeras incursiones en la guitarra ocurren de manera espontánea a los 15 años, cuando todavía cursaba estudios en la “Vocacional Lenin”. No había un sitio donde se reunieran los trovadores en el que Mauricio no estuviera presente: festivales de aficionados, peñas estudiantiles y tertulias literarias. Todos los espacios eran apropiados para dar a conocer sus inquietudes a través de su arte.
Con gran orgullo añade que, junto a Adrián Berazaín, Pedro Beritán y Lilliana H. Balance, funda el proyecto La séptima cuerda en el 2003. Esta, que comenzó como peña, pronto se convirtió en un singular taller de creación. Y en el 2008 se licencia en Comunicación Audiovisual en la Especialidad de Radio, Cine y Televisión del “Instituto Superior de Arte” (ISA). A partir de ese momento, toma las riendas con su propio estilo y formas de hacer.
De trovador a trovador
El propósito de Mauricio es convertirse en un sembrador de ideas que muestren lo cotidiano de la juventud cubana, o lo que es lo mismo, retratar la Cuba de hoy. Y esto solo se logrará con un proceso de apertura al mundo y para con los propios cubanos, desprejuiciándose de un montón de conceptos musicales, sociales y políticos. Por eso se autodenomina un trovador con los pies en la tierra y con el compromiso de cantar Cuba.
Por otra parte, considera que para que la trova sea efectiva debe llegar a la gente de forma inteligente y que todos deben tomar las riendas de su vida profesional, sin esperar a que alguien los descubra.
En su caso, sus dotes de comunicador y músico le han facilitado el camino. Es por eso que no es raro verlo llevar sus propios temas al formato del video clip, confeccionar sus plegables, diseñar la escenografía de los escenarios en que se presenta y hasta editar sus propios conciertos.
Producciones musicales y audiovisuales
2007: La isla en peso.
2008: Raspadura con ajonjolí y Doce Maneras de estar lejos.
2009: Todo un país.
2011: La Cantera.
2012: Mauricio Figueiral y todo lo contrario.
2015: Flores de tequila.
2018: La buena vida.
Cortometrajes de ficción
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Subjetivismo.
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Sanitarium Tremens.
Videoclips
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Días y días.
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Se busca una mujer.
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Equivocao.
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Por encima de lo conocido.
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Por una camarera.
Se ha presentado en escenarios de Brasil, Argentina, Colombia, Ecuador, Paraguay y Venezuela.
Mauricio Figueiral, hoy por hoy
Mauricio Figueiral reside actualmente en Venezuela y es coordinador para Cuba de la “Organización Canto de todos” cuyo propósito es aunar a cantautores latinoamericanos. Sigue experimentando con la música folclórica latinoamericana, el rock argentino y los géneros andinos, defendiendo siempre las raíces cubanas.
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