Harold López-Nussa es un auténtico músico cubano y sus temas no se pueden describir de otra manera.
La cubanía se siente en cada nota. La fusión de ritmos, la presencia de cada instrumento en el instante exacto y la concepción misma de la pieza, hablan de una tradición musical que se hace presente en cada momento.
No importa que esté interpretando música compuesta por él o por otro, Harold López-Nussa incorpora una creatividad y una pasión que son propias de los mejores músicos de todos los tiempos. Jamás ha dejado que nadie asuma que sus dotes son etiquetas por su apellido. Ha demostrado, aun siendo muy joven, que merece estar entre los grandes músicos cubanos.
Primeros pasos por el piano clásico de Harold López-Nussa
Nacido el 13 de Julio de 1983 y heredero de una tradición familiar que se basa en la música, el joven Harold López-Nussa comenzó a tocar siendo apenas un niño. Empezó por el piano clásico gracias a la tutela de su madre, pero rápidamente se incorporó a las academias de música.
Se inició en el Conservatorio Manuel Saumell, luego pasó al Conservatorio Amadeo Roldán y terminó en el Instituto Superior de Arte. La formación académica que recibió en estas instituciones, basadas en la profesionalidad y el rigor, es la clave de la calidad interpretativa de este músico. En cada uno de estos centros el joven estuvo en contacto con los mejores profesores de piano tanto cubanos como extranjeros.
La fama del Jazz cubano y Harold López-Nussa
Antes de cumplir los treinta años, Harold López-Nussa había ganado el Gran Premio en el Concurso Nacional de Piano Amadeo Roldán; el Premio en la VII edición del Solo Piano Competition, en Suiza, y el Primer Premio en el Concurso Iberoamericano.
Ha tocado con prestigiosos músicos cubanos y foráneos como José Miguel Crego (El Greco), Teresa García Caturla, Chucho Valdés, Descemer Bueno, David Sánchez, Omara Potuondo, Yusa, Orlando Valle (Maraca), Haila Mompié, Kelvis Ochoa, Elmer Ferrer, Robertico Carcassés, Giraldo Piloto, entre otros muchos. Además, ha tocado junto a la agrupación Klímax y con Buena Vista Social Club, que tan en alto ponen a la música cubana.
Ha tenido presentaciones en numerosos escenarios internacionales como el Teatro Olympia de París, The New Morning Club de París y Satin Doll de Bordeux. También ha formado parte de varios festivales internacionales como el Oslo World Music, Montreux Jazz Festival, Verona Jazz Festival y Barcelona Jazz Festival, además de incontables presentaciones en Cuba.
En todo este tiempo, Harold López-Nussa ha dejado a un lado la música clásica para experimentar con el Jazz. Ha mezclado sonoridades tal y como según él mismo diría: “las siento dentro de mi propia cabeza”. El temor de “quedarse atrás”, de no estar al día en cuanto a tendencias musicales, hacen que él estudie constantemente. La dedicación que un intérprete de música de clásica le consagra al estudio es casi la misma que este joven músico le dedica al Jazz.
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